Mi historia de la lesión medular

Yo en silla de ruedas con un lago de fondo, en otoño.

Hace ya 10 años que vivo con una lesión medular… suena muy aterrador pero es simple de entender. Me disculpen los médicos, lo explico a mi manera ingenieril.

La médula es una autopista de muchos carriles de alto tránsito, por donde viajan a toda velocidad todas las señales del cerebro a todas las partes del cuerpo y viceversa. La columna es lo que rodea la médula, y cuando la columna se quiebra… ¡caos! Es como derribar un puente e interrumpir inmediatamente el flujo. La mayoría de los carros chocan, se destruyen, es una catástrofe interna.

Las autoridades hacen todo lo posible para reparar el puente y volver todo a la normalidad, pero ninguno de los ingenieros de gobierno es tan carga como EL ingeniero que diseñó y construyó la autopista… se hacen algunas reparaciones y tal vez algunos carros puedan pasar, pero ya no es lo mismo.

Luego del caos inicial, los carros dejan de transitar esa autopista, uno que otro se anima y logra pasar por los escombros, pero no los suficientes para transportar todo lo que viajaba por ahí. Y el gobierno tiene que reinventarse. Organizarse y administrarse diferente. La zona donde ellos se ubican sigue funcionando de forma regular, y la zona incomunicada también funciona, pero desconectada, sin comunicación. Y como siguen siendo una sola nación, a pesar de la división, toca ser creativos para funcionar y vivir lo mejor posible.

Mi lesión es T9, justo a la mitad de la espalda. De ahí para abajo no tengo sensibilidad ni movilidad. Recuperé un poco de ambas gracias a un tratamiento con células madre, pero no lo suficiente para que mi médula volviera a funcionar como antes, y desde el 21 de noviembre del 2008, la silla de ruedas es mi compañera obligatoria del día a día.

Y así, luego de 10 años de mi accidente, he aprendido a vivir con la lesión medular, a inventarme y descubrir formas de llevar una vida regular: estudiar, trabajar, disfrutar, viajar y hacer todo lo que quiera. Tengo días buenos, regulares y malos, como cualquier persona. Hay días en que la silla de ruedas me abre puertas a diferentes experiencias y hay otros en que las barreras que me encuentro hacen que me gane la frustración.

Descubrí que hay muchas otras personas como yo, que viven alguna condición de discapacidad, ya sea por accidente, desde nacimiento o por alguna condición específica de salud. Descubrí un mundo de empatía e inclusión. Cada día conozco más personas, con y sin discapacidad con corazones enormes y mentes brillantes. Lo que al principio parecía una historia de terror, hoy puedo decir que es una bendición.

Para leer este post en inglés, seguí el enlace: My Spinal Cord Injury.

Publicado por nataliavindas

Hola! Soy Naty. Me encanta viajar, surfear y trabajar temas de accesibilidad e inclusión. Soy usuaria de silla de ruedas desde el 2008. Con ella he aprendido a aventurarme, disfrutar el mundo y conectar con otras personas a través de la empatía, la gratitud, el coraje, la pasión, la fortaleza y la alegría.

3 comentarios sobre “Mi historia de la lesión medular

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